“Es un proyecto que representa un sueño que comencé a gestar muchos años atrás. Este disco de tangos es cumplir una promesa que le hice a mi padre, a mi abuelo y a mi infancia en Valentín Alsina, provincia de Buenos Aires, Argentina, donde nací”.

Había solo una manera de grabar un disco así y era yendo a las raíces y respetando el legado de los que escribieron la historia del género. Por eso es que el estudio que se eligió para grabar “Montaner Tango”, es el mismo en el que algunas de las grandes figuras en la historia de este género registraron sus discos más memorables.

Emplazado en una vieja casona en el barrio de Balvanera, en el centro de la ciudad de Buenos Aires, el estudio ION funciona en forma ininterrumpida desde el año 1956. En ese lugar se reunió a una orquesta típica de 12 integrantes formada por los más destacados instrumentistas, bajo la dirección del Maestro Andrés Linetzky, quien además fue el encargado de realizar los arreglos. La idea desde el comienzo fue muy simple: “buscar la esencia”. “Tango” que suene a tango, en la voz de Ricardo Montaner.

Registrado en forma completamente analógica, se utilizaron los mismos micrófonos con los que se grabaron algunas piezas inmortales del género. Con el seteo de la sala a cargo de Jorge “El portugués” Da Silva, quien con sus 87 años ha participado en ese estudio de incontables sesiones, y el atento control de calidad de Osvaldo Acedo, quien grabó entre otros a Goyeneche y a Piazzolla.

“Montaner Tango” es un viaje a las raíces. Pero ese viaje a las raíces, hasta esa vieja casona en Balvanera, se completó de vuelta hasta Miami, en donde el material registrado con el rigor y la fidelidad que el tango requiere, fue mezclado y terminado, utilizando la mejor tecnología de la actualidad.

“El día que me quieras”, “Caminito”, “Por una cabeza”, “Nada”, “A media luz”, “Uno”, “Nostalgias”, “Volver”, “Cuartito azul”, “La última copa”, “Fuimos”.

El videoclip del primer single “El día que me quieras” superó 34 millones de vistas en YouTube y fue filmado por Marlene Montaner y Lautaro Espósito con la producción de Diego Tucci en el icónico “Café De Los Angelitos” en Buenos Aires, Argentina; lugar que desde fines del 1.800 forma parte de la historia del tango.

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